miércoles, 21 de septiembre de 2016

PRIMERAS CENTRALITAS TELEFÓNICAS


Historia


 En 1878 Bell inauguró la primera central telefónica en New Haven, Connecticut (EEUU) con 21 abonados, entre los que estaba el novelista Mark Twain. Hasta estas centralitas llegaba el cableado de los abonados y las operadoras de la centralita -porque normalmente eran mujeres- se encargaban de conectar manualmente las clavijas del panel y de esta forma conectar el teléfono de quien llamaba con el del número solicitado.
Almon Strowger era un empresario que tenía una funeraria en Kansas City. Su vida transcurría normalmente hasta que, sin saber cómo ni por qué, su negocio comenzó a perder clientes. Comenzó a investigar para ver qué había cambiado en el negocio; el único cambio era que hacía unos meses se había contratado una línea telefónica que, en teoría, tenía que haber servido para aumentar los clientes y no para empeorar el negocio como estaba sucediendo. Aquello no cuadraba, hasta que se descubrió el pastel… una de las operadoras de la centralita telefónica local era la esposa de un propietario de la competencia y todas las llamadas solicitando los servicios de una funeraria iban a su competidor. Strowger lo puso en conocimiento de los superiores de la operadora pero no hicieron nada. Así que, decidió arreglarlo él mismo.
Su idea era centralitas automáticas para evitar el desvío interesado de llamadas y a las operadoras cotillas que gustaban de escuchar conversaciones. Hizo una maqueta de su invento y, gracias a los conocimientos en electricidad de su sobrino William, la hicieron funcionar. En 1889, solicitaron la patente del Automatic Telephone Switching System (Sistema Automático de Conmutación Telefónica) y les fue concedida con el número US447918 en 1891. Ya con la patente, buscaron un socio capitalista que pudiese financiar la fabricación y comercialización de su invento. Tras algún que otro fiasco, el vendedor Joseph Harris aceptó la propuesta pero siempre y cuando se constituyese una empresa.así nació. El 3 de noviembre de 1892 se instaló en La Porte (Indiana) la primera central telefónica automática con capacidad para 99 abonados.
No todo el mundo estaba feliz con las nuevas centralitas; las operadoras se quedarían sin trabajo. Lógicamente se fueron haciendo mejoras y aumentando la capacidad de las centralistas llegando a Europa en 1898. Ese mismo año, Strowger decide echarse a un lado y dejar el negocio: vendió la patente por 1.800 dólares y su participación en la empresa por 10.000 dólares. Dieciocho años más tarde, en 1916, la compañía de Bell compró el invento de Strowger por 2,5 millones de dólares. Strowger se retiró a Florida donde el clima era más benigno para sus dolencias y, otra vez, volvió a montar una funeraria. Falleció el 26 de mayo de 1902, a los 62 años, y fue enterrado en el cementerio de Greenwood al día siguiente.


Las primeras centrales telefónicas fueron totalmente manuales. Consistían en un lugar en el cual una persona recibía una llamada y en forma manual, conectando físicamente con otra línea realizaba la unión entre dos usuarios.
Las centrales automáticas son las que se utilizan actualmente, así se tiene las electromecánicas, cuyos principales componentes fueron los. electroimanes, utilizaron un sistema denominado «barras cruzadas» para realizar las conexiones necesarias con el fin de establecer la comunicación telefónica, estas centrales fueron muy ruidosas, consumidoras de mucha potencia y ocupaban mucho espacio.

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